Escribir y cumplir propósitos nuevos.

C

ada año, el último día, me siento a organizar los propósitos que hice en el año anterior y los que quiero para el nuevo que comienza. Me da satisfacción ver los que logré cumplir y leo detenidamente los que no pudieron concretarse. Algunos, obvio, me dan un poco de pesar y con otros simplemente me conformo saber que no se pudo.

En mi caso personal los llamo propósitos y no resoluciones. Les explico porque.  Las resoluciones son ideas o sueños que uno desea cumplir en el año que entra y las tira al aire como algo que quisiera que se cumpliera. Los propósitos son las metas que uno quiere y trabaja duro para se cumplan.  Hace ya un tiempo, decidí organizar mis propósitos para facilitar más el enfoque en las mismas. Antes solo escribía 12, una por mes, y me di cuenta de que me limitaba a muy pocas cuando en realidad quería mucho más y podía lograrlas.

 Entonces analizando los perfiles de otras personas que han logrado mucho mas, aprendí que debía reformar la forma en que planificaba las mías. Parece un poco difícil pero, por el contrario, logramos más. El mes tiene 52 semanas. Entonces propónganse 52 cosas que desean. Yo en lo particular no las hago todas, intento solo 50. Seamos realistas. Todos nos merecemos unas dos semanitas al año desconectados de todo. Les explico con detalles, enfocándome en mis 50 propósitos. Pueden hacer menos o más, es individual, creo que 50 es un buen número para cumplir una por semana y no sentir que se nos fueron 7 días del almanaque sin alcanzar alguno.

 1.     Analizar:

Antes de comenzar a escribir nuestros futuros objetivos es importante analizarnos nosotros mismos, vernos por dentro y fuera. Por dentro, para saber cuán heridos o preparados estamos para luchar por lo que deseamos. Por fuera, para vernos con terceros ojos y analizar lo que deseamos cambiar. Muchas veces, nuestra propia energía nos atrasa y nos dificulta cosas sin necesidad.

2.     Hoja en Blanco:

Tomen una hoja en blanco y escriban 50 cosas que deseen hacer, cumplir, alcanzar o lograr el año nuevo.  En la lista deben poner todas las cosas que desean, ya sea a nivel profesional, personal, sentimental, espiritual, social, económico y de salud. Al final, todo es parte de nosotros.

3.     Divídelos:

Esta parte es fundamental porque las vas a clasificar por categorías, por decirlo de alguna manera. Puedes hacer las categorías que quieras, por ejemplo: Salud, economía, vida social, familia, pareja, profesional, etc.  Las personas que son afines a las energías y al Feng-Shui dejaran su lista en 9 categorías, por aquello del significado del número. En mi caso los divido en: Iniciar algo nuevo, Familia e hijo, Amigos ySocial, Viajes y Caprichos… y así hasta llegar a nueve columnas. Una vez creado tus niveles, comienza a separarlos y ubicar cada uno donde corresponden.

4.     Preciso:

El ser preciso es súper importante porque te da la oportunidad de ir directo al punto en blanco. Si deseas comenzar algo nuevo pues escribe algo como:  Comenzar un nuevo curso de computadora, Iniciar un nuevo proyecto laboral donde me reconozcan por mis cualidades… Debes precisar y explicar tal y como lo deseas.

5.     Marcar:

A mí se me hace fácil el tacharlos o subrayarlos con un color. No es manía, créanme que ayuda. Visualmente el ir viendo objetivos destacados en otro color ayuda nuestra autoestima, estimula. Al ir viéndolos, me voy animando más y me siento satisfecha de ver cómo voy logrando cada uno.

6.     Realistas:

Yo no los enumero, no les doy prioridad a ninguno. No siempre se logra el objetivo en el momento que queremos, entonces para qué atascarnos. Lo importante es seguir trabajando en ello y saber que lo logramos dentro de las 52 semanas del año. Por lo tanto, soy flexible en ese sentido. Que las circunstancias me vayan llevando por el camino correcto, sin forzar ninguno. Me dejo llevar mucho por mi intuición, algo que todos debemos aprender. Nuestro yo interno nos habla y muchas veces lo ignoramos.

7.     Premios:

Eso lo aprendí de otra persona. Cada vez que logro alguno de mis objetivos, me premio. Sí, como lo leen. Celebro el haberlo logrado. Me voy a cenar, comparto con mis amigos o brindo a solas, pero no dejo de premiarme por ello.

8.     Flexible:

No somos máquinas, ni robots. No siempre podemos con todo. En lo particular, no me recargo de tareas, no me atormento con muchas cosas. Me costó hacerlo, soy muy exigente, pero el tiempo ubica y me enseñó.  Entonces, sin amargarme la vida, aquellos planes que creo importantes y no pude lograrlos, los paso para mi lista del próximo año.Y no me desanimo, al contrario, persigo mis objetivos, aunque los tenga que escribir varias veces y varios años.

 

Si los haces de esta manera te resultará más divertido y mucho más organizado. Verás que irás cumpliendo más de lo que imaginabas y que le sacarás provecho al año que vives. La vida pasa rápido, en un abrir y cerrar de ojos estamos a mitad de año, y en un pestañear celebrando las navidades. Entonces, detén el tiempo dentro de lo posible y aprovecha cada minuto. Vive, alcanza, logra. Al final, al escuchar sonar las 12 campanadas, brindaras por un año que se va pero que no logró arrebatarte tus sueños.

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